Liderar sin un cargo, ¿Es posible?

Liderar sin un cargo: La verdadera autoridad

En el mundo corporativo, y seguramente en otros ámbitos, algunos creen que la autoridad te la da el cargo, un título, un nombramiento; y que se refleja en el tamaño de la oficina, la antigüedad o el auto oficial asignado. Sigue siendo un error común creer esta idea. Pero que tal si la autoridad se gana, te la dan los otros, a través de la admiración y la confianza. Entonces la verdadera autoridad se gana, te la otorga tu equipo directo, tus colabores pares; como si toda la organización estuviera de acuerdo tácitamente que eres el Líder, el que ejerce la autoridad y el poder.

¿Como son de diferentes esos dos mundos? ¿Qué tan diferentes son los caminos que ofrecen?

Robin S. Sharma, en su libro “El líder que no tenía cargo” nace de la decisión diaria de actuar con integridad, visión y compromiso.

El liderazgo no se espera, se ejerce

Sería muy estéril esperar a tener un cargo en específico para entonces sí actuar en lo que ya sabes que necesita tu intervención. No se necesita ningún nombramiento para influir positivamente en los equipos, en las acciones diarias, en los resultados. Los grandes líderes, aquellos que nos inspiran, aquellos que nos gustaría imitar, simplemente saltan a la acción. Lo hacen. Punto. Ven una oportunidad para mejorar algo, para influir en una persona… y la toman.

La velocidad de acción es importante hoy en día. No se trata de pedir permiso para agregar valor. El impacto depende de la actitud de servicio y de una ejecución impecable. En las empresas conscientes estos líderes informales suelen ser los que movilizan ideas, contagian entusiasmo y elevan el estándar para todos.

Acciones que inspiran más que jerarquías

Acciones valientes y constantes es lo que se requiere para elevar tu Liderazgo Ejecutivo: asumir responsabilidad (capacidad de responder) cuando nadie más lo hace, ser el primer en ofrecer soluciones integrales y disruptivas, aportar mirada estratégica y humana desde cualquier ángulo o nivel jerárquico.

¿Hoy te siguen por admiración o por obligación? ¿Cuál prefieres? Las personas recuerdan como las hiciste sentir. Si de verdad te preocupaste y ocupaste por su desarrollo y crecimiento. Tu equipo sigue energía, confianza y ejemplo. El ejemplo arrasa.

Liderar desde todos los frentes

Cuando empiezas a ser un Llíder sin cargo, un líder más allá del cargo, o cuando consolidas ese estilo de liderazgo… es inevitable. Ese estilo de liderazgo empieza a impactar más allá del trabajo, de la empresa, de los negocios. Se sale por lo poros, los demás lo notan, y se percibe en la sociedad, la familia, la casa, los deportes, etc.

Entonces siempre estás liderando, natural y enfocado, siempre tienes la oportunidad de impactar en la vida de alguien más en cualquier espacio y entorno. Lo único que se requiere es la coherencia y la consistencia con la empatía y el propósito. Ya no hay vuelta atrás, seguirás liderando con cargo o sin él.

Conclusión: una decisión diaria

Liderar sin cargo democratiza la responsabilidad. Todos podemos liderar… hoy!

Liderar sin cargo nos empodera a todos, nos da más poder, nos incrementa nuestra capacidad y posibilidad de acción.

¿El camino? Existen muchos útiles y exitosos. Podríamos empezar por analizar donde estamos parados hoy, cual es nuestro estilo actual de Liderazgo. Definir como quisiéramos que fuera, dejarnos guiar por aquellos liderazgos que nos inspiran y nos hacen sacar lo mejor de nosotros mismos. Y Después hacer un plan de acción para ir adquiriendo, aprendiendo, esas capacidades y competencias que nos llevarán a ese nivel. La excelencia en el ejercicio de tu Liderazgo es el destino. Un día a la vez. Hoy busca agregar valor en la vida de alguien más. Ya estarás liderando sin cargo. De hecho, no se ocupa ningún cargo para hacer eso.

📖 Inspirado en el libro “El Líder que no tenía Cargo” – Robin Sharma